En situaciones en las que la protección contra el agua, los vapores químicos y otras sustancias es prioritaria, las cremalleras herméticas son imprescindibles. Estas cremalleras están diseñadas y fabricadas específicamente para actuar como barrera protectora frente a la mayoría de líquidos y gases. Por ello, se utilizan habitualmente en prendas deportivas marinas (trajes de supervivencia y salvavidas, trajes de submarinismo húmedos o secos), objetos inflables (camas de agua, balones acuáticos), material de acampada (tiendas de campaña, mochilas), trajes de protección (ropa de descompresión, trajes de inmersión, trajes de bomberos) y otros tipos de prendas funcionales.

Debido a su naturaleza especial, las cremalleras herméticas se tratan y almacenan de forma diferente a las cremalleras normales.

Utilizar cremalleras herméticas


Antes de usar

  • Para las prendas con cremalleras herméticas en la espalda (u otros lugares a los que no se puede acceder fácilmente por uno mismo) como en los trajes de buceo, se requiere la ayuda de otra persona para cerrar correctamente la cremallera.
  • Las cremalleras herméticas de PVC sólo deben utilizarse en entornos con una temperatura no inferior a diez grados centígrados ni superior a 40 grados centígrados. Cualquier temperatura inferior o superior a estas puede debilitar gravemente la unión de la cremallera a la tela y la integridad estructural de la propia cremallera. Esto se debe a que las temperaturas extremas pueden provocar cambios químicos en el PVC.

En uso

  • Mueva siempre el cabezal de tracción en dirección casi paralela a lo largo del carril de la cremallera. Si tira de él desde un ángulo, existe la posibilidad de que se reduzcan las propiedades herméticas y/o estancas de la cremallera.
  • No cierres la cremallera demasiado rápido. No la abras y cierres constantemente. Hacerlo puede dañar gravemente la cremallera y comprometer sus cualidades herméticas.
  • Si se enreda tela, hilo o cualquier otro objeto en la cremallera, no tire violentamente de la obstrucción. Tire suavemente de la cremallera hacia atrás, retire el hilo o la tela enredados y vuelva a subir la cremallera.

Después del uso

  • Limpia suavemente el riel exterior de la cremallera con agua y un cepillo suave y pequeño. Puedes utilizar cera de abejas como lubricante. Sin embargo, debes tener cuidado de que el agua y la cera de abejas no penetren en el riel interior de la cremallera, ya que podrían debilitar gravemente sus propiedades de estanqueidad al aire y al agua.
  • No expongas la cremallera a la intemperie cuando no la necesites. Guárdala en un lugar fresco y a la sombra inmediatamente después de usarla.

Guardar cremalleras herméticas


  • Si va a guardar la cremallera durante mucho tiempo, guárdela en un estuche cerrado para protegerla de la humedad. Así evitará que la cremallera se oxide.
  • Cuando guardes ropa con cremalleras herméticas, enrolla la ropa a lo largo del extremo de la cremallera y mantén la cremallera hacia fuera. La cremallera en sí no debe doblarse, presionarse ni doblarse con otros objetos.
  • Si la ropa se va a colgar, la cremallera debe mantenerse abierta para reducir la tensión en la cremallera.

1. Enjuague ambos lados de la cremallera estanca y cepille cualquier objeto adherido.

2. Guárdelo con la cremallera completamente abierta, teniendo cuidado de no doblarla.

3. No coloque objetos pesados sobre la cremallera impermeable.